Pantallas retina: problemas y soluciones en email

Además de todos los diferentes tamaños de pantalla, la constante evolución de los dispositivos móviles y ordenadores presenta otro desafío para los especialistas de email marketing: las pantallas de alta resolución DPI o también conocidas cómo pantallas Retina. Estas tienen el poder de mejorar la experiencia de una campaña de email marketing, pero también todo lo contrario. Si no sabemos cómo implementar correctamente las imágenes en el email, pueden ofrecer a los suscriptores una experiencia mucho más pobre.

En este post veremos cómo funcionan las pantallas de alta resolución DPI y lo que eso significa para los diseñadores de email marketing y los especialistas en marketing. Después de ver cómo implementar imágenes retina en vuestras propias campañas, terminaremos con algunas consideraciones importantes.
En el mundo del email marketing, las pantallas retina no son un problema por si mismas, pero si lo es el olvidarnos de ellas al diseñar un email. Si no optimizamos las imágenes, los suscriptores que lo abran desde un dispositivo con pantalla retina seguramente verán las imágenes borrosas y desenfocadas, especialmente si son diagramas. De hecho aquí podemos ver un ejemplo de cómo se vería una imagen que está optimizada vs. otra que no lo está:

           Imagen NO optimizada            VS.                Imagen optimizada


Como decíamos, el diseño del email se verá degradado y esta situación puede generar desconfianza en la marca. Ahora bien, ¿cómo lo podemos solucionar?
En términos generales, las pantallas de alta resolución tienen el doble de píxeles por pulgada que las pantallas tradicionales. Por lo tanto, si queremos que nuestras imágenes se vean bien en esas pantallas, deben ser dos veces más grandes para que, cuando se reduzca su tamaño para el email, haya más píxeles y se muestren en las pantallas retina. Sin embargo, esta técnica no está exenta de inconvenientes.
Consideraciones a tener en cuenta
A medida que aumentamos las dimensiones de una imagen, el tamaño del archivo también aumenta. Esto puede hacer que el email se cargue lentamente y reste puntos a la experiencia proporcionada al usuario. Si necesitas implementar muchas imágenes retina en el email, hay dos técnicas que pueden servirte:

  • Utilizar imágenes de compresión

En este caso las imágenes se guardarían en grandes dimensiones, pero configuradas a muy baja calidad. La mayoría de los programas de edición de imágenes permiten establecer la calidad a la que se guardan las imágenes. Por ejemplo, puedes ajustar la calidad de un JPEG con un control deslizante simple.
Para crear una imagen de compresión, debemos diseñar la imagen a un tamaño cuatro veces superior al deseado y guardarla en una configuración de calidad extremadamente baja. A pesar de que cuando abrimos la imagen a tamaño completo no se ve bien, después de reducirla a su tamaño previsto en el email, este problema desaparecerá. La configuración de baja calidad garantizará que el tamaño del archivo se mantenga al mínimo y se carguen las imágenes a una velocidad óptima.

  • Utilizar programas para comprimir imágenes

También podemos utilizar programas que permitan comprimir aún más las imágenes después de haberlas guardado. Existen aplicaciones, muchas de ellas gratuitas, para cada sistema operativo que permiten procesar y comprimir imágenes una vez creadas: ImageOptim , JPEGmini , TinyPNG , Compressor.io , Kraken y Pied Piper.
Para terminar, queremos recalcar la importancia de testear las campañas y más en estos casos. Enviar pruebas para ver cómo se ve nuestro email desde distintos dispositivos y pantallas es fundamental para descubrir posibles errores y soluciones.

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